A primera vista, el cambio más notable entre la Switch OLED y la Switch original es el color de los controles Joy-con y del dock, que en el nuevo modelo lucen un color blanco muy al estilo de la PS5. Se trata, pues, de un cambio estético.
Después, si se mira con detenimiento, se verá que en la Switch OLED el bisel de la pantalla es más delgado, y la razón es que pese a tener prácticamente las mismas dimensiones que la Switch original, la OLED tiene una pantalla de siete pulgadas, un poco más grande que la de 6.2 pulgadas de la Switch original.
También, la Switch OLED tiene, vaya la redundancia, una pantalla con tecnología OLED, a diferencia de la Switch original o la Switch Lite, que incorporan un panel LCD. Sin entrar en tecnicismos innecesarios, hay que señalar que la pantalla de la Switch OLED tendrá, en general, una mejor calidad visual que la de la Switch original.
¿Te ha pasado que al jugar con tu Switch en una habitación iluminada o al aire libre, quisieras más brillo? Pues la Switch OLED tiene una pantalla más brillante y también con mayor contraste, una característica que sienta de maravilla en juegos como Metroid Dread. También, no esperes que la pantalla luzca demasiado brillante bajo la luz del sol (diríamos que ningún dispositivo lo hace), pero definitivamente, la Switch OLED tiene una pantalla más brillante.

Asimismo, la Switch OLED tiene 64 GB de almacenamiento, el doble que la Switch original y el modelo Lite.
Nintendo también destaca que el nuevo modelo de la Switch cuenta con un audio mejorado que, a grandes rasgos, consiste en parlantes que suenan con más fuerza y nitidez.
Otra de las mejoras de la Switch OLED está en el diseño de la bisagra que sostiene a la consola en el modo sobremesa y que esta vez abarca prácticamente toda la parte trasera de la consola para sostenerla en tres ángulos distintos.
La última diferencia entre la Switch OLED y la Switch original está en el dock, que esta vez integra un puerto LAN en la parte interior, justo donde el original tiene un puerto USB.

¿La Switch OLED tiene un mejor rendimiento?
La Nintendo Switch OLED tiene el mismo procesador que el modelo original y la Switch Lite, es decir, un Nvidia Tegra X1. De esta forma, en el mejor de los casos los juegos lucirán en 720p (HD), en modo portátil, y en 1080p (Full HD) con la Switch conectada al dock. La Switch OLED no tiene gráficos en 4K como indicaban los rumores iniciales, y hasta ahora, ninguna comparativa indica que los juegos tengan un mejor rendimiento en la nueva consola.
También, se podría pensar que debido a que las pantallas OLED consumen menos energía que las pantallas LCD, la Switch OLED tendrá una mejor autonomía, sin embargo, Nintendo clarifica que la duración de la batería es de entre 4.5 y 9 horas, igual que en la Switch original.
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Entonces, ¿vale la pena la Switch OLED?
Si bien los veredictos son subjetivos, el simple hecho de que la Switch OLED incorpore una pantalla que visualmente representa una mejora notoria, hace que este modelo inmediatamente se posicione como una mejor opción para quienes están por adquirir su primera Nintendo Switch o busquen renovar su consola por alguna falla o simplemente porque, debido al uso constante, su vieja consola ya dio de sí. También, será una mejora que van a valorar los usuarios que usen su Switch primordialmente en modo portátil.
Sin embargo, si se posee una Switch original (o la revisión de hardware conocida como Switch 1.1) y se utiliza primordialmente como una consola conectada al televisor, la Switch OLED ofrece muy pocos incentivos para desembolsar por una nueva consola.